La niña que escribe las paredes con sangre se ha quedado sin tinta en las venas.
Mira con sus ojos muy abiertos, enormes, terroríficos, bordeados en sombras de sueños sin dormir, lo que escribió durante tanto tiempo… y ahora no puede seguir con su texto, con los delirios de su mente… Ahora los delirios serán el texto de su mente, cada día y la absorberán hasta encerrarla en las paredes....
La niña, loca, demente, me observa.
No puedo ver esos ojos sin fondo, esas sombras de sueños no soñados que rodean esa mirada cada vez más grande…
La niña toma mi mano, abre mis venas. Comenzamos a escribir.
Sueños malditos si los hay…
Si no saco a mis personajes de mi cabeza ser harán delirio sin texto, se harán muro en mi mente…
No hay comentarios:
Publicar un comentario